(Jueves 4/02/2021).- A varias semanas del terrible asesinato del joven barbero, Edwar Ramírez Sulca conocido por muchos como “Enko”, los agentes de la División de Investigación Criminal de Ayacucho (Divincri) dieron con la captura de Jhonny José Muñoz Vargas, un sujeto de nacionalidad venezolana, quien habría confesado haber participado del sangriento crimen que se registró al interior de una barbería.

Según fuentes cercanas, el extranjero estuvo detenido por cuatro días en la sede de la Divincri y en su declaración aceptó que viajaba como copiloto junto a su otro cómplice, quien manejaba la moto lineal. Este ya habría sido plenamente identificado por las autoridades, pero que hasta el momento se desconoce su paradero, por lo que la policía estaría tras sus pasos.

Se sabe que Jhonny José Muñoz, también conocido como “Mopi”, era la persona quien descendió del vehículo menor e ingresó al “Barber Shop” de nombre “Godbless”, ubicado en la segunda cuadra de la avenida Maravillas; y a sangre fría acribilló de un balazo en la cabeza a “Enko”. Lo mismo hizo con Juan Carlos Salas Rosales, un cliente venezolano que estaba realizándose un corte en la barbería.

Conforme a las últimas informaciones, se conoció que Juan Carlos Salas desde mucho más antes ya era buscado por mafias venezolanas que se dedicarían a la micro comercialización de marihuana en los principales centros nocturnos de la ciudad de Ayacucho. Al parecer solo era cuestión de tiempo para que este sea asesinado por un tema de ajuste de cuentas.

En cuanto al empresario “Enko”, se supo que tuvieron que matarlo, para que no exista ningún testigo del hecho y borrar todo tipo de evidencia que pudiera dar con ellos, pero lo que nunca se imaginaron los delincuentes es que por esta zona se tenían instaladas cámaras de seguridad; además, de existir otros testigos. Es decir que, su plan no salió a la perfección.

Uno de los amigos cercanos a “Enko” dijo desconocer al tal “Mopi”, pero lo que se sabe es que este se habría dedicado al sicariato junto a otros dos de sus compatriotas, quienes también estarían detrás de la muerte de otro venezolano identificado como Kenni Bastidas Díaz, quien fue ultimado de un balazo en el cuello y el tórax en noviembre de 2020.

Se dice que él junto a Juan Carlos Salas ya estaban en la mira de estas mafias de droga y que ambos llegaron a Ayacucho desde Tumbes y que por necesidad iniciaron a trabajar como seguridad en las discotecas.

Se presume que los occisos eran clientes de la barbería de Enko, quien halló una trágica muerte mientras se ganaba la vida dignamente.

Fuente: La Jornada