Fuente: Expresion

Humilde anciana murió tras el ataque de un enjambre de abejas en el barrio de Rumi Rumi. La anciana fue identificada como Aurelia Supanta Huarcaya (79), quien falleció en el patio de su vivienda mientras se mojaba la cabeza luego de escaparse de las abejas. La escena fue dramática y desgarradora, ya que gran cantidad de abejas permanecían en todo el cuerpo de la anciana, quien no pudo escaparse ni llamar a nadie.

HECHOS

Ocurrió ayer a las cuatro de la tarde de ayer, cuando la anciana se encontraba sola en su vivienda en el barrio de Rumi Rumi, ya que su hija en horas de la mañana habría viajado hacia el distrito de José María Arguedas (Huancabamba) dejando sola a la anciana madre. Al retorno, en horas de la tarde, la nieta habría dado alerta a la madre al encontrar a la occisa tirada junto a una pileta.

Su hija al llegar a la vivienda de la anciana protagonizó escenas desgarradoras de dolor hallando a su madre llena de picaduras de abeja en todo el cuerpo, por lo que dio alerta al personal de Serenazgo quienes raudamente se constituyeron al lugar de los hechos para su constatación del hecho.

El personal de Serenazgo revisó los signos de vida de la anciana y corroboraron su deceso, por lo que solicitaron la presencia de los agentes de la policía nacional y del representante del Ministerio Público de Andahuaylas, quienes llegaron y realizaron las diligencias del ley.

Según contaron, en la vivienda de la anciana habían varias colmenas de propiedad de un familiar y una de ellas se habría caído y se dispersaron por la vivienda llegando a atacar a la anciana quien se encontraba en el patio.

La mujer desesperada trató de ahuyentar a las abejas sacudiéndose con las manos y su prenda de vestir, pero alteró más a las abejas que atacaron con más ferocidad. La anciana habría pedido auxilio, pero por la lejanía de su vivienda nadie le pudo escuchar y solo se dirigió a su pileta de agua para mojarse la cabeza cayendo desmayada.

Cientos de abejas permanecían en la ropa y cuerpo de la anciana, quien no pudo caminar más y cayó fulminada, al parecer por un paro cardiaco por la gran cantidad de picaduras. Los familiares entre llantos vieron como los peritos de la policía y de la fiscalía realizaban las diligencias para poder entregar el cuerpo a la familia para su cristiana sepultura.