Apurímac 16/06/2025.- El 10 de junio de 2025, a las 11:59:04 hora local, se registró un sismo de magnitud 3.5 en Abancay, Apurímac. El epicentro del evento sísmico se localizó a 5 km al noreste de la ciudad, con una profundidad de 12 km, según el informe emitido por el Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Los registros sísmicos obtenidos a partir de diversas estaciones acelerográficas muestran una aceleración máxima de 27.36 cm/s2 en la dirección norte-sur (NS), registrada por la estación UNAMBA, ubicada en la Universidad Nacional Micaela Bastidas de Apurímac.
Este valor resalta la importancia de mantener un monitoreo constante de la actividad sísmica local para la evaluación de riesgos y la prevención de posibles daños en la infraestructura.
Las estaciones de monitoreo de la Red Acelerográfica del CISMID también han proporcionado datos cruciales desde otras ubicaciones, tales como Juliaca (UANCV), San Borja (SENCICO) y Asia, los cuales han contribuido a una comprensión más integral del comportamiento sísmico a nivel nacional.
Estos datos son fundamentales para la evaluación de riesgos sísmicos y para la formulación de políticas preventivas orientadas a mitigar los efectos de futuros eventos sísmicos.
El sismo registrado podría estar relacionado con la activación de la falla geológica Curahuasi-Abancay, una falla activa que ha mostrado movimientos recurrentes en los últimos años. Apurímac se encuentra en una región de alta tensión tectónica debido a la interacción entre la Placa de Nazca y la Placa Sudamericana, lo que genera una frecuente liberación de energía a través de movimientos sísmicos.
Con una profundidad de 12 km, el sismo favorece la propagación de las ondas sísmicas, amplificando su impacto en áreas cercanas. Además, la geología local indica que la ciudad de Abancay está ubicada sobre suelos aluviales poco consolidados, lo que puede aumentar los efectos del sismo debido a la menor capacidad de estos suelos para resistir las vibraciones sísmicas. La proximidad del epicentro al área urbana (a solo 5 km) incrementa el riesgo de daños estructurales, lo que resalta la necesidad de mejorar las medidas preventivas.
Este evento subraya la urgencia de que las autoridades refuercen las políticas de prevención sísmica y promuevan la implementación de sistemas de alerta temprana. La colaboración activa de la población, informándose sobre las medidas de seguridad y participando en la preparación ante emergencias sísmicas (simulacros) es importante para mitigar los riesgos y mejorar la resiliencia de la región ante futuros eventos sísmicos.