Apurímac, 26 septiembre 2025.- El pasado martes 23 de septiembre, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en Nueva York, Donald Trump se convirtió en uno de los grandes protagonistas de la jornada.
El presidente de Estados Unidos afirmó que, durante sus dos mandatos, había puesto fin a siete guerras interminables. “Es una lástima que yo haya tenido que hacer estas cosas en lugar de que las hagan las Naciones Unidas”, añadió en su discurso.
“He puesto fin a siete guerras y nadie me lo ha agradecido. Así que creo haber hecho méritos para que me den el premio Nobel de la Paz”. Con estas palabras, el presidente estadounidense, que cree categóricamente haber terminado con siete conflictos, ha presentado su carta de respaldo para la candidatura a Premio Nobel de la Paz.
Asimismo, además del discurso elogiando a su país y a su propia legislatura, Trump no tuvo problema en atacar a la ONU, haciendo especial hincapié en la ayuda que esta prestaba a los solicitantes de asilo que esperaban entrar en Estados Unidos. “Se supone que la ONU debe detener las invasiones, no crearlas ni financiarlas”, comentó.
El discurso del presidente, que duró prácticamente una hora, iba dirigido tanto a la organización como a los oponentes, atacando sin reparo y dejando a todos los asistentes de la Asamblea General en completo silencio.
A continuación, las siete guerras que Donald Trump cree haber finalizado.
Israel e Irán: bombardeo a instalaciones nucleares
El pasado mes de junio, Israel e Irán se enfrentaron con varios ataques militares, y fue Estados Unidos quien bombardeó tres instalaciones nucleares iraníes. Una vez finalizaron los ataques, Donald Trump intervino para afirmar que sería Irán quien iniciaría un alto al fuego y que Israel lo haría a las 24 horas.
El presidente israelí, Benjamín Netanyahu agradeció la intervención de Trump, mientras que Ali Jamenei, líder supremo de Irán, señaló que no servía de nada la intervención de Estados Unidos, pues Israel siempre saldría victorioso. A día de hoy, el programa nuclear de Irán sigue siendo un impedimento para alcanzar una mejora en las relaciones entre los países.
República Democrática del Congo y Ruanda: más de tres décadas de guerra
Estos dos países africanos llevan durante más de tres décadas enfrentados, con ataques militares que se han cobrado la vida de miles de personas. Es más, este mes de junio, el Ministerio de Salud de RCD confirmó la muerte de más de 7.000 personas en los últimos enfrentamientos. Desde 2021, el conflicto se reavivó, pues la intervención del grupo de rebeldes M23 intensificó los ataques.
En junio de 2025, los ministros de Exteriores de ambas naciones acudieron a la Casa Blanca para firmar un acuerdo que restableciera el alto al fuego, pero pese a confirmar que la guerra había terminado, los combates han continuado.
Egipto y Etiopía: la gran presa del Nilo
Estos países no están enfrentados militarmente, pero desde 2022 han entrado en disputa diplomática por la presa hidroeléctrica del río Nilo, una de las más importantes de África. Etiopía alega que la necesita debido a la gran carencia de acuíferos, pero Egipto asegura que compromete su acceso al agua del Nilo.
Realmente, la intervención de Trump ha sido escasa y poco ha hecho para resolver el conflicto, pues continúa existiendo.
Tailandia y Camboya: casi un siglo enfrentados
Tailandia y Camboya llevan casi un siglo enfrentados por una frontera de 800 kilómetros, pero durante este verano, los enfrentamientos se avivaron, causando la muerte de al menos 42 personas.
El presidente estadounidense, durante ese gran enfrentamiento, se encontraba discutiendo acuerdos comerciales con una serie de países, y aseguró a los dirigentes de Tailandia y Camboya que detendría las conversaciones a menos que acordaran un alto al fuego.
Los dirigentes de ambos países asiáticos se reunieron en Malasia para llegar a un acuerdo, en el que participaron funcionarios malasios y estadounidenses. Pese a que los combates han cesado, la población de ambas naciones considera que la intervención de Trump no ha servido de nada, pues no se abordaron las causas subyacentes del conflicto.
India y Pakistán: eterna disputa por Cachemira
India y Pakistán llevan décadas luchando por el territorio de Cachemira, más concretamente desde 1947. El pasado mes de mayo un nuevo conflicto reavivó el enfrentamiento, además de que ambos países cuentan con armas nucleares.
Llegaron a un acuerdo de alto al fuego en el que Estados Unidos hizo de mediador. Pese a que los representantes de Pakistán nominaron a Trump para el Premio Nobel de la Paz, la India aseguró que la intervención del magnate no sirvió de nada y que llegaron a un acuerdo tras unas negociaciones directas y un arduo trabajo bilateral.
Armenia y Azerbaiyán: enfrentamientos por Nagorno-Karabaj
Ambos países llevan enfrentados más de 40 años por el enclave de Nagorno-Karabaj, con conflictos violentos y ocupaciones de pequeños territorios. En agosto de este año, Donald Trump reunió a los dirigentes de Armenia y Azerbaiyán en la Casa Blanca para firmar una declaración conjunta destinada a poner fin al largo conflicto.
Ambas naciones agradecieron la intervención de Estados Unidos, pero Azerbaiyán sigue exigiendo que Armenia modifique su Constitución, y Armenia pide que Azerbaiyán deje de ocupar pequeñas zonas de su territorio. Es más, ninguno de los dos países ha acordado una frontera compartida.
Kosovo y Serbia: conflicto por independencia unilateral
Kosovo declaró su independencia de forma unilateral en el año 2008 de Serbia, y aunque hay 92 países que reconocen la independencia del territorio, el Gobierno de Serbia no lo hace, por lo que este año, en el mes de junio, los conflictos regresaron.
Pero tal y como publicó Trump en sus redes sociales, “Serbia y Kosovo iban a enfrentarse, iba a ser una gran guerra. Les dije que, si se enfrentan, no hay comercio con Estados Unidos. Dijeron, bueno, quizá no nos enfrentemos”.
Fuente: Público