Apurímac 10/04/2025.- En la madrugada del último domingo, un artefacto explosivo, presumiblemente dinamita, fue detonado frente a la distribuidora de gas “Sarita Colonia”, ubicada en la urbanización Luis Carranza, sector público, en el distrito de Ayacucho. El incidente, ocurrido alrededor de la 1:00 am, provocó pánico entre los residentes de la zona, quienes rápidamente alertaron a las autoridades tras escuchar la fuerte explosión.
Según testigos, el hecho podría estar vinculado con un acto de extorsión llevado a cabo por una banda criminal, que habría colocado el explosivo como parte de un modus operandi similar al utilizado por grupos delictivos en Lima y el norte del país. Este tipo de organizaciones suelen amenazar a empresarios con la colocación de explosivos a cambio de dinero.
Afortunadamente, el artefacto solo causó daños materiales en las instalaciones de la distribuidora y no dejó víctimas fatales ni heridos, lo que ha sido considerado un milagro por los vecinos. Tras la explosión, la Policía Nacional se trasladó al lugar para iniciar las investigaciones y dar con los responsables de este atentado.
Este incidente se suma a otros tres casos similares ocurridos en lo que va del año en Ayacucho, reflejando el creciente nivel de inseguridad y la presencia de mafias dedicadas a la extorsión en la región. La preocupación entre los pequeños empresarios locales es cada vez mayor, especialmente con la proximidad de la Semana Santa, una de las épocas de mayor movimiento económico, lo que pone en riesgo el sustento de muchas familias.
En respuesta, la Policía ha instado a la población a mantener la calma y colaborar con las investigaciones, reiterando la importancia de frenar este tipo de delitos que afectan la seguridad y tranquilidad de la comunidad ayacuchana. Asimismo, se ha registrado a los ciudadanos que pueden realizar denuncias en cualquier comisaría de la ciudad.
El último negocio en convertirse en víctima de los extorsionadores fue un centro nocturno de la asociación Cumaná, lo que demuestra que este fenómeno ya no se trata de casos aislados, sino de una problemática que está afectando cada vez más a la región.
Fuente: Jornada