El país suramericano registró el mayor número de decesos en 24 horas y continúa con su curva ascendente de contagios y fallecimientos. Los países miembro de la Organización Mundial de la Salud acordaron una resolución para evaluar la respuesta de la entidad a la pandemia del coronavirus, en medio de los constantes ataques de Washington.

Brasil, epicentro del nuevo coronavirus en América Latina, contabilizó en las últimas 24 horas 1.179 muertes, para un total de 17.971, y 17.408 nuevos casos confirmados, con lo que los contagios subieron hasta los 271.628.

De acuerdo con el boletín divulgado por el Ministerio de Salud, los estados de São Paulo y Río de Janeiro, el primero y tercero más poblados del país, también registraron una cifra récord de muertes diarias, con 324 y 227 óbitos respectivamente.

La semana pasada, este país no bajó de los 800 muertos diarios a causa de la enfermedad salvo durante el fin de semana, cuando se hicieron oficiales 485 decesos el domingo y 674 el lunes.

Durante los fines de semana, al igual que sucede en otros países, hay una menor cantidad de personal clínico en los hospitales, hecho que motiva los infrarreportes y que hace que se acumulen más números en los registros del martes.

Con acumulación de datos o no, la situación epidemiológica brasileña es preocupante y este país parece que no está cerca del pico de la enfermedad, que algunos como el exministro de Salud Luiz Henrique Mandetta sitúan sobre el mes de julio. Además, Brasil se convirtió el pasado lunes en el tercer país del mundo con más casos positivos de la enfermedad.

La falta de medidas de confinamiento durante las primeras semanas de la pandemia, junto a las constantes discrepancias entre el Ejecutivo de Jair Bolsonaro y los líderes locales y regionales han hecho que las medidas necesarias para frenar al virus no se hayan respetado entre la población y que los casos se disparasen.