Sigue la mecida. Ya no será para julio 2020 que entrará en funcionamiento el hospital de Andahuaylas como anunció el gobernador Baltazar Lantarón en una radioemisora de alcance nacional, ahora dice que su construcción es obsoleta y debe adicionarse nuevos servicios acordes a la realidad de la región.

Esta mala noticia para el pueblo de Andahuaylas y región en general fue expuesta durante el desarrollo de la audiencia regional que tuvo lugar el viernes último en el distrito de Pacucha.

Para justificar esta nueva mecida, Baltazar Lantarón, puso como ejemplo al paralizado hospital de Vitarte (Lima) hoy convertido en un gran elefante blanco que no pasa el control de calidad de la OMS, afirmando que por presión social “no podían hacer (construir) cualquier cosa”.

Sostuvo que la actual construcción no contemplaba áreas de cardiología, gastroenterología, laboratorio de patología, banco de sangre, salud mental, entre otras más, por lo que debía incluirse estas áreas faltantes en el expediente de saldo de obra, calificándola de “una oportunidad”.

Además, sus declaraciones borraron de un plumazo todo lo vertido semanas antes por el gerente general Raúl Gutiérrez quien había asegurado -hasta su nombre lo perdería como afirmó- que para fines del 2019 se licitaba la construcción faltante, sin haber comentado sobre nuevas edificaciones.  

Pone el parche

Baltazar Lantarón a sabiendas que la población de Andahuaylas con este nuevo aplazamiento provocará reacciones en contra de su gestión, no dudo en “ponerle el parche” a esta situación, emplazando a las organizaciones sociales de que una medida de fuerza no cambiará la situación actual del paralizado hospital.

“Tengamos fe y tengan la convicción que nosotros estamos trabajando para que este hospital se culmine en el menor tiempo posible, pero esto toma sus tiempos legales así que paralicen mañana dos, tres o cuatro días, igual tomará su tiempo… en nada nos favorecerá”, culminó. 

Fuente: Pregón