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"Marcha por la vida" en Washington en un momento decisivo para los derechos reproductivos en EE.UU.

Ciudadanos sostienen pancartas y banderas mientras caminan durante la "Marcha por la Vida", en Washington, Estados Unidos.

(Miércoles 26/01/2022).- Este año, la Corte Suprema, de tendencia conservadora, podría anular la jurisprudencia que garantiza el derecho a interrumpir el embarazo en el país desde hace casi medio siglo. Los defensores del aborto expresan preocupación.

Como cada año desde hace décadas, los activistas anti-aborto se manifestaron en Washington este viernes para defender el "derecho a la vida" y a marcar el 49° aniversario del caso Roe vs. Wade. 

Decenas de miles de manifestantes de todo el país marcharon en gélidas temperaturas rumbo a la Corte Suprema, generalmente agrupados en colectivos escolares y eclesiásticos. Llevaban carteles donde se podía leer "El futuro es anti-aborto" o "Somos la generación post Roe".

Varios miembros del grupo supremacista blanco "Patriot Front" también asistieron, portando escudos y chaquetas con la insignia de su grupo y pancartas que decían "Familias fuertes hacen naciones fuertes".

Pero este año, más que cualquier otro, tenían razones para creer que será el último en el que el caso Roe vs. Wade regirá el país. La Corte Suprema de Estados Unidos podría en los próximos meses autorizar a los estados a imponer mayores restricciones al derecho al aborto y anular la histórica decisión Roe vs. Wade que protege este derecho.

El año pasado, los tribunales federales bloquearon una ley del estado de Misisipi que prohíbe los abortos después de 15 semanas de embarazo. Las autoridades estatales presentaron un recurso al Tribunal Supremo que aceptó examinar la ley y tendrá que dar su decisión a finales de junio.

El solo hecho de aceptar examinar una ley que está en contradicción con la Constitución indica que la corte podría estar dispuesta a revisar la jurisdicción del país sobre el aborto.

El caso Roe vs. Wade, un precedente histórico en peligro

Roe vs. Wade es el caso judicial de 1973 en el cual la Corte Suprema de Estados Unidos decidió que la Constitución protegería la libertad de una mujer embarazada a elegir abortar hasta las 22 o 24 semanas de embarazo, momento en el que el feto empieza a ser viable.

Jeanne Mancini, presidenta de la "Marcha por la vida", el grupo nacional antiabortista que organiza el evento, dijo que los activistas tienen la esperanza de que "este año nos acerque mucho más a la construcción de la cultura de la vida por la que todos hemos marchado desde que Roe vs. Wade se impuso en nuestra nación hace casi 50 años".

Miriam Rohe, una manifestante de 47 años, entrevistada durante la marcha dijo que la idea de que el tribunal anule la normativa constitucional era "fantástica" pero también "un poco aterradora", porque supone que algunas mujeres buscarán abortos ilegales e inseguros.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, reafirmó este viernes en una conferencia de prensa la importancia de asegurar el derecho al aborto. 

"Mañana se cumple el 49º aniversario de la histórica sentencia del Tribunal Supremo en el caso Roe vs. Wade. La atención a la salud reproductiva ha sido objeto de un ataque extremo e implacable desde entonces, especialmente en los últimos meses. Han pasado casi 150 días desde que a las mujeres de Texas se les han negado estos derechos constitucionales", y añadió, "estamos profundamente comprometidos con asegurar que todo el mundo tenga acceso a la atención médica y lo defenderemos con todas las herramientas que tenemos". 

El presidente Joe Biden aseguró en diciembre que seguía apoyando la jurisprudencia del caso. Su objetivo es pasar la Ley de Protección de la Salud de la Mujer y codificar este derecho en la ley.

El giro contra el aborto en Texas

El movimiento anti-abortista también celebra una ley de Texas que limita fuertemente el aborto y que el Tribunal Supremo dejó entrar en vigor en septiembre. Esta ley no permite el aborto después de las seis semanas de embarazo, a partir del momento que se pueden percibir los primeros latidos del corazón, pero momento en el cual las mujeres generalmente no saben que están embarazadas. Además, no contiene excepciones para los casos de incesto o violación.

La ley también invita a cualquier ciudadano a presentar una demanda civil contra las personas que ayuden a otras a abortar contra estas nuevas cláusulas y ofrece indemnizaciones de hasta 10.000 dólares a cada ciudadano por juicio ganado.

En los últimos seis meses, el Tribunal Supremo rechazó tres veces la posibilidad de prohibir esta ley, la última vez este jueves, cuando se negó a devolver el caso a un juez federal que había bloqueado la legislación en primera instancia y el caso quedó en manos del tribunal federal de apelación de Nueva Orleans, de tendencia conservadora. 

"La gente en Texas sigue obligada a abandonar el estado para conseguir cuidados de salud esenciales, si pueden, o a seguir embarazadas en contra de su voluntad. Esto es inhumano", dijo en un comunicado Alexis McGill Johnson, presidenta de Planned Parenthood, la mayor red de clínicas de salud reproductiva de Estados Unidos.

La Corte Suprema de Estados Unidos tiene mayoría conservadora y un tercio de sus jueces fueron nombrados por el expresidente Donald Trump durante su mandato. Los seis jueces conservadores decidieron no actuar en el caso, mientras que los tres progresistas expresaron su desacuerdo. "Este caso es un desastre para el Estado de derecho y supone un grave perjuicio para las mujeres en Texas", escribió la jueza progresista Sonia Sotomayor.

La sociedad estadounidense, dividida

El aborto es un tema que divide desde hace décadas en Estados Unidos. Los anti-aborto, mayoritariamente apoyados por los conservadores, católicos y evangelistas, argumentan que se tiene que proteger la vida desde el momento de la concepción. Por su lado, los defensores de este derecho insisten sobre la necesidad de proteger la autonomía de la mujer sobre su cuerpo y la posibilidad de elegir o no la maternidad.

Los grupos religiosos conservadores representan una fuerza de lobby importante en Estados Unidos. A finales de los años 1970, el Partido Republicano hizo una alianza con estos grupos religiosos para ganar apoyo político, lo que lo convirtió en el partido del discurso anti-aborto.

En los últimos años, los estados republicanos intentaron dificultar el acceso al aborto para las mujeres. En estos estados, las clínicas de aborto son cada vez más raras. Según el Instituto Guttmacher, una organización por el derecho al aborto, en 2021 se produjeron las mayores restricciones al derecho al aborto en Estados Unidos en décadas, con 108 restricciones promulgadas en 19 estados.

En caso de que el tribunal anule el caso Roe vs. Wade, cada estado podría elegir si prohibir o permitir el aborto y se estima que la mitad de los estados tomarían acciones para restringirlo, con medidas como limitar el acceso a la medicación para el aborto por correo, por ejemplo.

Fuente: EFE

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