(Martes 15/06/2021).- Para no olvidarlo. Ha muerto Justo Arizapana, en el más triste y lamentable abandono por parte del Estado y de la sociedad. A él, el paÃs le debe haber desenmascarado la podredumbre y los crÃmenes cometidos durante el régimen de Alberto Fujimori.
Arizapana, junto a Guillermo Catacora (comeño) dibujaron los mapas con los que se pudo ubicar los restos de los estudiantes y el profesor de la "La Cantuta", que fueron secuestrados, torturados, asesinados e incinerados por el tenebroso Grupo Colina. Hecho que entonces fue negado burlonamente por la hoy representante de la mafia fujimorista en el congreso, Martha Chávez.
Justo Arizapana, un reciclador, se quedó a dormir la noche del 25 de abril de 1993 en un botadero de Cieneguilla, lugar en el que pasado la medianoche hicieron ingreso camiones con personal que tenÃan porte militar, lo observó todo desde la cumbre en la que se habÃa escondido, sabÃa que algo malo estaba sucediendo... y no se equivocó.
De ahà no paro, buscó apoyo en medios de comunicación y en el Congreso hasta que la cosa reventó, cuando Henry Pease GarcÃa, puso en conocimiento en el Parlamento sobre el hallazgo de los que serÃan los cuerpos de los estudiantes y el profesor de La Cantuta.
Previo a esto, la Dincote habÃa capturado al periodista Juan Jara Berrospi en la plaza de Comas, a quien pretendieron responsabilizarlo de los crÃmenes, ligándolo a Sendero Luminoso.
La historia posterior ya es ampliamente conocida. Fujimori fue encontrado culpable por esos crÃmenes y sentenciado a 25 años de prisión, por delitos considerados en el derecho Internacional, como de Lesa Humanidad.
Sirvan estas lÃneas, para rendir mi homenaje a Justo Arizapana, Guillermo Catacora y Juan Jara Berrospi, por haber contribuido a lograr la justicia, en este caso, en nuestro paÃs y por también ser vÃctimas de un sistema injusto que nunca les brindo apoyo alguno.