Apurímac, 14 noviembre 2025.- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) confirmó que más de mil personas migrantes han muerto este año intentando cruzar el Mediterráneo central rumbo a Europa, tras el hundimiento de una embarcación frente a las costas de Libia, que dejó al menos 42 desaparecidos y solo siete sobrevivientes.
La tragedia ocurrió la semana pasada en aguas cercanas al campo petrolífero de Bouri, en el noroeste libio, y es el más reciente de una serie de naufragios que reflejan el carácter letal de esta ruta migratoria, considerada la más mortífera del mundo.
Según la OIM, la lancha neumática llevaba 49 personas a bordo, procedentes de Sudán, Nigeria, Camerún y Somalia. Los siete sobrevivientes fueron rescatados tras seis días a la deriva, en condiciones extremas de hambre, sed y deshidratación.
“Más de mil migrantes han perdido la vida en lo que va de 2025 en el Mediterráneo central. Este naufragio es otro recordatorio de la urgencia de establecer mecanismos de rescate y rutas migratorias seguras”, señaló la portavoz de la OIM en Ginebra.
Libia sigue siendo el principal punto de partida para quienes huyen de la pobreza y los conflictos en África subsahariana y el Cuerno de África, con la esperanza de llegar a Italia o Malta. La anarquía política y la presencia de redes de tráfico humano han convertido al país en un epicentro de explotación y abuso.
En 2024, la OIM registró 2.452 muertes de migrantes y refugiados en el Mediterráneo central.
Este año, la cifra supera ya el millar de víctimas, a pesar de los llamados internacionales a reforzar las operaciones de búsqueda y rescate.
“Cada naufragio evidencia la ausencia de voluntad política y la indiferencia de las potencias europeas frente a una crisis humanitaria que se repite año tras año”, expresó un comunicado de la Red Mediterránea de Derechos Humanos.
Durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, varios países —entre ellos España, Noruega, Reino Unido y Sierra Leona— exigieron al Gobierno libio cerrar los centros de detención de migrantes, donde se han documentado torturas, abusos sexuales y asesinatos.
Organizaciones humanitarias han denunciado que miles de personas permanecen retenidas en condiciones inhumanas, muchas veces sin juicio ni asistencia médica. “El Mediterráneo no puede seguir siendo un cementerio. Los Estados deben garantizar vías seguras y legales de migración y respetar los derechos de quienes buscan protección”, reiteró la OIM.
Los expertos alertan que la falta de coordinación entre países europeos, el endurecimiento de las políticas migratorias y la criminalización del rescate marítimo agravan la situación. “Sin soluciones de fondo, cada cifra que damos son vidas perdidas en el mar. Es una tragedia humana que se repite año tras año, ante la indiferencia de la comunidad internacional”, advirtió la OIM.
Fuente: TeleSurtv.net