BIENVENIDO A RADIO TITANKA | Viernes, 19 de Abril del 2024

EN VIVO

PORTADA  |
INTERNACIONAL

Brasil sufre el peor azote del covid desde el inicio de la pandemia

El gigante sudamericano cerrará marzo con 300.000 muertos en medio de una situación de desborde hospitalario. Los profesionales de la salud reclaman, sin éxito, el juicio político del presidente, que se mofa de los ciudadanos asustados.

Brasil sufre el peor azote del covid desde el inicio de la pandemia

(Lunes 8/03/2021).- Los brasileños son las personas que más soledad y tristeza sienten en el mundo, seguidos por los turcos e indios, según una reciente encuesta de Ipsos. "Se ha sufrido mucho en la pandemia. El espantoso número de contagios y muertes, ayudan a explicar este sentimiento", considera el consultor Marcos Calliari.

"¿Cuánto tiempo estarán llorando? Tenemos que afrontar los problemas", dijo el presidente Jair Bolsonaro, como si respondiera a los encuestados. "Parece que en este país solo se muere de covid-19", añadió.

El gigante sudamericano ha tenido una semana luctuosa, con mas de 10.000 muertes, un promedio de decesos diarios cercano a 1.400 y un pico de 1.910. Nunca antes había sucedido algo tan espeluznante desde el inicio de la pandemia. 

La cantidad total de fallecimientos llegó a 264.446 y, a este ritmo, cerrará marzo con 300.000 casos fatales. Unos 11 millones de brasileños se han infectado. La segunda ola se presenta con su rostro más voraz. 

En varios hospitales se repite una escena tan anticipada como temida: los médicos de terapia intensiva deben elegir a los pacientes que pueden tener acceso a esas salas desbordadas. Hasta el momento, se han vacunado unos ocho millones de ciudadanos en un territorio ocupado por casi 210 millones. 

La crisis ha obligado a las grandes ciudades a volver a los días de las restricciones más severas. Sao Paulo, el motor económico de Brasil, ha entrado en fase roja. El gobernador João Doria dijo que el país se encuentra al borde del colapso: "Es una tragedia tener un presidente negacionista".

Estás leyendo un contenido elaborado por la redacción de El Periódico en su compromiso por proporcionar información de calidad y estar cerca de sus lectores en esta crisis sin precedentes en nuestro país. Si te gusta, te invitamos a registrarte. No tiene ningún coste y te permitirá recibir información de calidad a través de nuestra newsletter. Gracias.


El peor momento

Según Bruno Boghossian, columnista de Folha de Sao Paulo, Brasil descubrió pronto "la cantidad de daño que un presidente podría causar en una pandemia mortal”. Desde un principio, Bolsonaro "alentó aglomeraciones, realizó campañas de desobediencia a las medidas de protección, difundió información falsa sobre el virus, distribuyó medicamentos ineficaces contra la enfermedad y obstaculizó la adquisición de vacunas". Mientras gobierne, "seguirá causando estragos", añade.

La aprobación del presidente aparece como nunca antes por debajo del nivel del 30%, de acuerdo con una reciente encuesta de IPEC. Solo un 28% de los entrevistados pondera al actual liderazgo. IPEC subraya que el electorado evangélico es la principal base de apoyo de Bolsonaro.

El PIB ha caído más de cuatro puntos en 2020. Desde comienzos de 2021 se ha desatado una fuerte inflación. El alza de los precios y la reducción de la actividad económica han sido también parte del telón de fondo que precedió a la destitución parlamentaria de la presidenta Dilma Rousseff, cinco años atrás. 

El Congreso ha recibido decenas de llamamientos de juicio político contra el mandatario. El más reciente fue suscrito por los profesionales de la salud, quienes le acusan de haber cometido delitos de responsabilidad durante la pandemia.

Pero el horizonte de un impeachment se ha desdibujado por dos razones. De un lado, Bolsonaro ha recurrido al "centro político" para blindarse. Les ha dado cargos y prebendas que, por ahora, le garantizan cierta lealtad en la legislatura. El otro factor es el el militar. 

"El Gobierno se convirtió en una especie de cuartel. Todos están armados, oficiales y soldados en todas partes. Con cada año que pasa, el número de militares que ocupan puestos de confianza en la Administración pública, en puestos estratégicos o no, en ministerios o empresas estatales aumenta drásticamente", señaló el semanario Istoé. 

Esta prevalencia ni siquiera tuvo lugar durante la última dictadura (1964-85). Los uniformados comandan 16 de las 46 empresas estatales, entre ellas Petrobras. Once ministros provienen de las instituciones castrenses, entre ellos el general Eduardo Pazuello, quien fue designado al frente de la cartera de Salud sin ninguna experiencia en la materia.

Fuente: El Periódico 

¿QUÉ OPINAS?

FACEBOOK